Estoy muy orgullosa de ser la creadora y la responsable de esta iniciativa que me ha regalado muchas experiencias y permitido contactar a muchas personas maravillosas además de compartir con un equipo de profesionales del área de Bellas artes como Alejandro Armas Vidal, Alfonso Rodríguez,Ronald Carrillo, Ivan Solbes, Javier Aguilera, Víctor Zurdo, Alya Mark, Daniel Alonso Rivero, y Daniel García (en orden de aparición)
Además de la marcada vocación de
investigación social y del particular método de trabajo de Dibujo a Domicilio, existe
un tercer elemento vehicular de su proyecto: el de la difusión de sus
resultados. Una difusión que se presenta mediante el sistema tradicional de
exposiciones en galerías de arte, si bien con características, asimismo, específicas,
y una elaborada difusión virtual libre.
Julio César Abad Vidal, crítico de arte |
Dibujo
a Domicilio, un cautivador proyecto colectivo socio-artístico
Julio
César Abad Vidal
Enlace original a la página de J.C. Abad Vidal
Una experiencia
estética
En
el presente panorama artístico en España, la práctica del dibujo goza de un vivificante
estado de salud. No sólo por el notable entusiasmo con el que abrazan los
dibujantes su tarea, sino por cuanto el medio parece servir, desde la humildad
de los instrumentos que precisa para su desarrollo, a una ansiedad comunicativa
y reflexiva, a menudo imbuida de una manifiesta conciencia social, que sus
cultivadores encontrarían hoy muy difícil poder desarrollar mediante técnicas y
procedimientos costosos. En este sugestivo escenario del dibujo se desarrolla
desde hace más de tres años un encomiable proyecto artístico colectivo conocido
bajo el ilustrativo nombre de Dibujo a Domicilio.
Dibujo
a Domicilio es un proyecto abierto en noviembre de 2010 por Daniela
Guglielmetti, chilena de origen, venezolana de adopción, y residente en Madrid
durante buena parte de los últimos diez años. El sistema de trabajo que Guglielmetti
puso en marcha inicialmente en solitario, pero que pronto hizo extensible a una
serie de compañeros dibujantes, precisa para el desarrollo de sus actividades
del desplazamiento a las casas de diversos modelos. En estos entornos
domésticos, a los que accede por invitación, el equipo procede a la realización
de diferentes retratos en sendas sesiones en una única jornada vespertina.
Este
proyecto supone, asimismo, una aportación del mayor interés a las prácticas
retratísticas contemporáneas. Con la difusión del retrato fotográfico, la
dimensión estética del éste ha pasado frecuentemente a un segundo plano para ser,
en numerosas ocasiones, una mera cuestión instrumental o de compromiso. En la
actualidad, el retrato es ya algo común, y en ocasiones, tedioso e incómodo, como
ocurre en ceremonias y conmemoraciones familiares, o rutinario y engorroso, por
fuerza de los trámites y de las burocracias. La actitud de Dibujo a Domicilio favorece,
gracias a su método de trabajo y su vocación social, que el retrato se
convierta en una experiencia estética insospechada para muchos, y, en
particular, para los numerosos modelos ajenos por completo al mundo del arte,
personas que han llegado al conocimiento del colectivo a través del relato de
las experiencias gozadas junto a estos dibujantes por amigos o familiares.
August Sander, Retratista |
Quien
escribe siente, como espectador de sus obras, como acompañante de algunas de sus
sesiones y como el huésped de una de ellas, que los integrantes de Dibujo a
Domicilio concitan en su trabajo una desaforada y compañera pasión por el
dibujo y una distinguida humildad. Durante sus sesiones de trabajo, nuestros
dibujantes se conducen con suavidad, pero no con la propia de los invitados
tímidos, sino con la de aquellos que, respetuosos y abiertos, siempre se
muestran solícitos a participar en unos juegos que pauta el anfitrión. Identifica,
asimismo, al proyecto una marcada preocupación social. Sus miembros aluden a
sus modelos no como meros sujetos de representación, sino como colaboradores
necesarios para la prosperidad de su objetivo. Se trata, pues, de una relación simbiótica, ya que si la experiencia resulta enriquecedora para sus huéspedes,
estas mismas sesiones mantienen alerta a los dibujantes, permitiéndoles
fraguarse los ojos y las manos y ampliar el conocimiento de la realidad social
de nuestro tiempo. Dibujo a Domicilio abriga la ambición de lograr retratar al
mayor espectro de individuos, de hogares, de estamentos sociales, de sentires
estéticos, hasta convertir el proyecto en una sociológica investigación estética,
al modo, podría apuntarse –y pese a las extraordinarias diferencias que
distinguen el tiempo, el trabajo y la materia del dibujo y de la fotografía–,
de las estrategias fotográficas contemporáneas seguidoras del esfuerzo pionero
de August Sander.
Una práctica metódica
Además
de su creadora, Daniela Guglielmetti, quien salvo por una paréntesis de tres
meses ha participado en todas las sesiones desde el inicio de sus actividades, han
integrado Dibujo a Domicilio durante sus tres primeros años de actividad:
Alejandro Armas Vidal, Ronald Carrillo, Alya Mark, Alfonso Rodríguez, Iván
Solbes, y ha contado, asimismo, con la intervención más esporádica de, entre
otros, Daniel
García. En la
actualidad, de modo regular, el equipo se halla constituido además de por la
propia Guglielmetti y por Carrillo, por Javier Aguilera, Daniel Alonso y Víctor Zurdo. El trabajo ha nacido y se
desarrolla en Madrid, ciudad en la que viven los miembros durante su
participación en el colectivo, aunque han realizado algunas visitas a la costa
levantina y aun a Francia.
El
método de trabajo de Dibujo a Domicilio presenta una serie de particularidades
respecto de las características que suelen definir la relación habitual entre
un comitente y su retratista. En primer lugar, los dibujos, si bien realizados
individualmente, son creados simultáneamente por una comunidad de artistas. En
segundo lugar, el modelo que contacta con Dibujo a Domicilio carece de la
obligación de desembolsar cantidad alguna ni de adquirir necesariamente ninguna
de las obras que los dibujantes pueden, no obstante, mostrar en exposiciones. Dibujo
a Domicilio se ha desplazado a las casas de quienes desean posar para ellos. Se
trata de una acción por encargo tanto como de una dinámica de pasos codificados
que consigue una progresiva distensión en el modelo y una mayor penetración del
dibujante en su objetivo. Las sesiones tienen lugar las noches de los martes y
se suelen desarrollar en cinco tiempos de quince minutos cada uno. Abre la
jornada un brindis con vino y entre el tercer y el cuarto posado se establece
una pausa durante la que se comparte un tentempié de acuerdo al criterio del
anfitrión. Este protocolo persigue el establecimiento de una comunicación entre
el grupo de dibujantes y sus modelos, quienes sirven, al mismo tiempo, de
anfitriones de una suerte de fiesta imprevisible y de mecenas.
Quince minutos no es un intervalo
temporal facilitador para la tarea que desempeñan. Sí lo es, en cambio, para el
modelo, quien, al no ser profesional, sufriría si el posado se prolongara mucho
más. La urgencia constituye un estímulo para sus actores, quienes se limitan a
retocar lo imprescindible una vez concluida la sesión, y siempre en el espacio
de tiempo inmediatamente anterior al de su siguiente jornada de dibujo. Y,
frente a la instantaneidad, al momento detenido propio del retrato fotográfico,
durante esos minutos al modelo, que debe mantener su postura, le ocurren cosas.
Aun salpicados por algunos comentarios, esos quince minutos que se prolonga
cada posado fuerzan al modelo a tomarse una pausa, a hablar consigo mismo, de
un modo en que las sociedades nuestras de las prisas y del paro parecen haber
estigmatizado. Los dibujantes cambian durante cada una de las sesiones,
frecuentemente, de ubicación, evolucionando alrededor del modelo hasta
encontrar una perspectiva –frontal, lateral, de picado– y una luminosidad que
les permitan alcanzar un acercamiento mejor. Su simpatía y afabilidad se manifiestan,
asimismo, cuando, preceptivamente, escuchan los comentarios que sus retratados
deseen hacer a cada uno de los dibujos de cada una de las sesiones y que les son
desvelados de modo simultáneo cuando el reloj marca que el plazo se ha
cumplido.
Los
miembros de Dibujo a Domicilio fomentan la participación de sus modelos,
sirviéndose como un catalizador de sus fantasías, en ocasiones, en un ocurrente
juego de disfraces. De este modo se encontraron, sin pretenderlo, con un par de
anfitriones, una mujer y un joven que en un breve espacio de tiempo, apenas con
un mes de diferencia, les solicitaron posar de modo erótico, sensual en el
primer caso, vistiendo apenas unas ligas medias; y un ejercicio de bondage, en el segundo. Estas
solicitudes han movido los integrantes del colectivo a emprender una serie de
Dibujo Erótico a Domicilio, cuyas sesiones tienen lugar los jueves, y en las
que la dinámica habitual de trabajo pretende respetarse lo máximo posible.
Algunas de las sesiones, protagonizadas por una sola persona, constituyen
ejercicios marcados por el Narcicismo –así, no es posible reprimir el recuerdo de la iconografía de San Sebastián y el eco de su apropiación narcisista por un Mishima, por ejemplo–, en algunas de las poses de su segundo modelo erótico. Pero otras sirven, no tanto al exhibicionismo, cuanto a una intensificación de los juegos –que son, a un tiempo, presencia y fantasía, acontecimiento e invitación, acción y preámbulo– de algunas parejas que establece un registro de diversas orientaciones y fantasías sexuales, un acicate para la vocación ecuménica de registro social que guía a Dibujo a Domicilio.
La experiencia se hace visible
Desde un punto de vista artístico, los
usos de los dibujantes no pueden ser más distintos. Lo son sus instrumentos,
grafito, acuarela, bolígrafo y rotuladores. Lo es su cromatismo, pues algunos
de los dibujantes incorporan marcadamente el color. Y lo es el modo de acometer
el dibujo, desde quienes encajan la figura antes de detallar los rostros o las
partes anatómicas que consideren más elocuentes, hasta los que se guían
progresivamente por las partes sin haberlas integrado en una estructura
anterior. Asimismo, difieren, y sensiblemente, los lenguajes, desde opciones
clasicistas hasta gráficas, con tendencias a los lenguajes del cómic. El
contorno puede ser fluido o anguloso, otorgando al mismo modelo personalidades
diferentes de acuerdo a la sensibilidad de cada uno de los dibujantes.
Exposición en Habitar la Línea |
En efecto, cada una de las sesiones es
documentada en el blog de Dibujo a Domicilio (http://dibujoadomicilio.blogspot.com.es/) con unas breves notas explicativas y
un anecdotario redactados originalmente por Guglielmetti, a quien ha sucedido,
durante el último año, Víctor Zurdo. Asimismo, regularmente se ofrecen exposiciones
en las que se presenta una selección de dibujos de las sesiones que se han
ofrecido desde la convocatoria anterior, de modo que todas las sesiones son
presentadas en una ocasión al público. Estas exposiciones, además del habitual
elemento mercantil, pues aunque el modelo tiene preferencia, están disponibles
para adquisición al gran público, ofrecen algunas particularidades consecuentes
con esta relación que el equipo de dibujantes desea establecer con cada uno de
sus modelos. Para cada una de sus exposiciones, Dibujo a Domicilio invita a los
modelos que han posado para las obras presentadas, propiciando un reencuentro
festivo y dadivoso. Y es que quienes fueron huéspedes de estas sesiones, son obsequiados
con las reproducciones, consistentes en impresiones fotográficas, de su correspondiente
carpeta de dibujos. Cada uno de estos modelos es identificado con una cartela
que se adhiere a su pecho, por lo que el espectador puede cotejar al modelo con
los frutos de la sesión en la que fue protagonista.
La elección de la estrategia artística
de Dibujo a Domicilio resulta colectiva, participativa y abierta al gran
público. Y lo es partiendo de la identidad misma de sus modelos; cualquiera
puede serlo previa cita (se contacta con ellos a través del blog) y sin
desembolso alguno. Asimismo caracteriza su trabajo la sensible vocación de
mostrar públicamente los frutos de sus trabajos, mediante la muestra virtual (de
igual modo, en su blog) y física de sus producciones, en unas exposiciones
temporales caracterizadas por un marcado componente lúdico. El conjunto de los
pasos que conducen a los integrantes de Dibujo a Domicilio hace de su entrega, engrandecida
por su humildad, por su sinceridad y por la pericia de las manos de los
dibujantes, una práctica artística de vocación social del mayor interés.
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